La vaginoplastia es un procedimiento quirúrgico genital estético que mejora la funcionalidad y calidad de vida de la mujer. Esta operación se caracteriza por ser de bajo riesgo y ambulatoria, solo requiere anestesia local y sedación.
Esta intervención está diseñada para las mujeres que sufren de debilitamiento en los tejidos y músculos pélvicos. También para quienes después de varios partos naturales, padecen ensanchamiento de vagina, lo que ocasiona la disminución de la firmeza muscular en la zona pélvica.
¿Las consecuencias? El debilitamiento muscular del área ocasiona un prolapso vaginal, haciendo que la vejiga tenga un descenso. También genera otros síntomas como dolor al mantener relaciones sexuales, incontinencia urinaria, baja autoestima.
La vaginoplastia reduce los músculos que se encuentran alrededor de la vagina, incrementando la elasticidad y el tono. Este procedimiento refuerza el suelo del periné, combatiendo los problemas que ocasionan una dilatación excesiva del canal vaginal.
Procedimiento quirúrgico de la vaginoplastia
La intervención de la vaginoplastia tiene como finalidad estrechar considerablemente el canal de la vagina. Esto es posible a través de la unión de los músculos pélvicos internos, mediante una sutura de puntos reabsorbibles.
Este procedimiento también se conoce como «el cierre vaginal». Generalmente se realiza en conjunto con otra técnica con fines estéticos. Por ejemplo, se contempla una labioplastia u otras correcciones que mejoren la estética de la vagina cuyo ensanchamiento la ha dejado deforme.
Este procedimiento quirúrgico tiene una duración aproximada de dos horas bajo anestesia local. Sin embargo, esto quedará a criterio del especialista en cirugía estética genital. ¿Por qué? Esta persona tomará en cuenta el grado de ensanchamiento de la vagina de la paciente.
La vaginoplastia requiere un reposo relativo de dos días luego de la intervención. Será necesaria la administración de medicamentos analgésicos y antinflamatorios, según lo recetado por el médico especialista.
Vaginoplastia láser, ¿qué es?

Es una intervención no invasiva que tiene como finalidad reducir el canal vaginal de la paciente a través de una radiofrecuencia o láser de CO2. Este procedimiento ayuda a mejorar la satisfacción sexual gracias a la tecnología de última generación.
Esta intervención no quirúrgica consiste en aplicar una temperatura elevada en los tejidos y musculatura pélvica, gracias a una ablación superficial disminuida, con un pulso fraccionado que facilita la expansión del calor de una manera controlada y segura.
Con la vaginoplastia láser, la paciente mejorará la zona pélvica sin necesidad de someterse a un procedimiento quirúrgico. Se debe a que la intervención con CO2 o radiofrecuencia estimula, crea y recupera el colágeno que la mujer había perdido por distintos motivos.
No obstante, este procedimiento solo se recomienda cuando la expansión de la cavidad vaginal no es tan extendida. De modo que alcanzará los objetivos en pocas sesiones. Para un procedimiento eficaz son necesarias cuatro sesiones.
Laparoscopia ginecológica
Este tipo de laparoscopia es un procedimiento quirúrgico de carácter poco invasivo, ya que no es necesario realizar una extensa incisión en el abdomen del paciente. Consiste en la inserción de la laparoscopia, que permite examinar a fondo los órganos y músculos que se encuentra en la zona pélvica y abdominal.
Para ello se emplea el uso de dióxido de carbono. Esto funciona para que la pared abdominal se eleve, dejando un espacio que facilita la evaluación.
No obstante, el uso de esta sustancia química trae como consecuencia la irritación del diafragma, y dolor después de la intervención por unos días siguientes. También incrementa la necesidad de orinar.
Entre las ventajas de la laparoscopia podemos destacar que es un procedimiento indoloro. ¿Por qué? La incisión es de un tamaño diminuto, casi imperceptible ante la simple vista, tiene una recuperación rápida y facilita la vaginoplastia al permitir evaluar toda la zona pélvica.